Tengo una idea de negocio ¿cuál es el siguiente paso?

Ésta es la primera pregunta qué suelen hacerme las personas emprendedoras que asesoro y que están en una fase inicial. 

Y la respuesta no es sencilla. Si la buscas en Google vas a encontrar infinidad de artículos con diferentes itinerarios y herramientas.

Unos te recomiendan empezar con un estudio de mercado para analizar tu cliente potencial o público objetivo, investigar a tus competidores y desarrollar un análisis de tu sector.

Un estudio de mercado es un documento basado en datos cuantitativos (estadísticas) y datos cualitativos (encuestas) que te permitirá analizar el potencial de mercado de tu producto y la magnitud del mercado al que te enfrentas. Por otra parte, investigarás cuáles son las tendencias de compra de tus potenciales clientes, así como sus gustos, inquietudes, etc.  

Otros te recomiendan que empieces con un análisis DAFO o SWOT en inglés. Se trata de una herramienta de análisis de tu empresa o proyecto emprendedor en el cual estudiarás tus Fortalezas y Debilidades internas, es decir que puntos fuertes tiene tu proyecto en el mercado y cuáles son sus puntos débiles.

Pero el DAFO no se trata únicamente de analizar la empresa internamente si no analizar tu proyecto con su entorno. Por ello se hace un análisis de Amenazas y Oportunidades externas. En ellos se analiza la potencialidad del sector y el entorno competitivo al que te enfrentarás.

Quizás te encuentres algunos que te digan que lo primero que has de hacer es un análisis interno del equipo promotor. Que estudiéis vuestras habilidades emprendedoras, formación y experiencia para analizar si sois capaces de desarrollar el proyecto en el que estáis pensando.

Uno de los ejercicios habituales es dividir el proyecto en las áreas básicas, por ejemplo, Producto / Marketing y Ventas / Gestión y asignar roles a cada uno de los promotores del equipo. Esto te permite asignar personas a diferentes áreas y estudiar si cumple con el perfil adecuado para desarrollar esas funciones.   

Encontrarás algunos que te recomiendan hacer un plan de negocio, en el cual desarrolles todo el análisis estratégico de tu negocio para los siguientes 3, 4 o 5 años, con un plan financiero basado en previsiones que ahora mismo no tienes.

El plan de empresa es la herramienta clásica de cualquier persona emprendedora. Es un documento que sirve al equipo promotor para definir sus objetivos y estrategia para el corto y medio plazo de la empresa. Por otra parte, sirve como carta de presentación del proyecto o empresa para los externos a la compañía: entidades financieras, inversores, nuevos socios, administraciones públicas, etc.  

Otros te dirán que hoy en día hacer un plan de empresa de 25 páginas no sirve para nada y que lo que has de hacer es un Business Model Canvas. O mejor un Lean Canvas que es una versión posterior. O, si estás en la fase de idea de negocio mejor que empieces con un Value Proposition Canvas.

Todas estas herramientas son lienzos de trabajo que intentan trabajar los elementos básicos de un modelo de negocio para ayudarte a diseñar tu primer producto que puedas lanzar al mercado. Son herramientas muy potentes para proyectos que requieran de una inversión inicial reducida y con pocos costes fijos.

Y quizás encuentres otros que te dicen que te dejes de todas estas herramientas y que lo que tienes que hacer es salir de tu oficina, ir a ver a clientes y explicarles tu idea de negocio y propuesta de valor a ver cuál es el feedback que recibes.

Es importante que en este punto hayas trabajado un discurso y tenerlo bien estructurado para que tu oyente pueda entender el valor de lo que estás transmitiendo. Lo más importante es la entrevista posterior donde tendrás que llevar una serie de preguntas preparadas ¿qué le ha gustado? ¿qué no le ha gustado? ¿qué pondría? ¿qué quitaría? etc….

Y claro, con tantísimias herramientas diferentes está a punto de estallarte la cabeza porque no sabes por dónde empezar. Y lo entiendo.

En realidad, todos tienen razón, porque cada maestrillo tiene su librillo y lo que le ha funcionado a uno puede funcionarle a otro, pero quizás a ti no te funcione.  

Todas las herramientas que he mencionado más arriba son muy útiles, yo las recomiendo constantemente a los emprendedores que asesoro. Pero claro, primero he de conocer el proyecto emprendedor para poder recomendar una u otra en función de las necesidades y el momento de cada uno de ellos.  

El problema es que en esos artículos que has ido leyendo se dan las mismas herramientas para proyectos diferentes. Pero cada uno de ellos tiene unas necesidades en función de los objetivos del emprendedor, la fase en la que se encuentra la maduración de la idea, la financiación necesaria, el producto que se va a ofrecer o la tipología de cliente.

Es por ello que me he propuesto un objetivo ambicioso: poder ofrecer las herramientas necesarias para cada proyecto en función de la actividad a desarrollar, la financiación necesaria o los objetivos del emprendedor. Veremos cuáles son los pasos para aquellos que quieran ser entrenadores personales, abrir su propio gimnasio o preparar su evento deportivo.

Para cada uno de ellos te mostraré en primer lugar, cuáles son las preguntas clave a responder según el proyecto. Es posible que algunas de ellas no te las hayas planteado, por lo tanto, tendrás que hacer un ejercicio de reflexión.

En segundo lugar, verás cuáles de las herramientas que hemos nombrado anteriormente te podrían ser de utilidad según la tipología de proyecto. Estos recursos deberían servirte para construir tu modelo de negocio inicial.

Soy consciente que cubrir todas las circunstancias e ideas de negocio es imposible, pero intentaré trabajar las más habituales del sector deportivo.  

Como punto de partida utilizaré las ideas de negocio que te propongo en este artículo.

Si quieres que desarrolle alguna otra idea de negocio, déjame un comentario.

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