Breve reflexión sobre influencers y transparencia

Me consultan bastantes emprendedores si los influencers y microinfluencers son una moda pasajera o si realmente han de incluirlos en su estrategia de marketing digital.

No suelo recomendar gastar dinero en influencers como primera inversión de marketing, creo que hay otras herramientas más efectivas para un proyecto que está empezando y no tiene grandes presupuestos para gastar en acciones de marketing.

Aunque tampoco creo que haya que descartarlos por completo. De hecho, los influencers han existido desde el principio de la publicidad. ¿Cuántas campañas publicitarias han sido protagonizadas por personajes famosos?

Ahora estamos asistiendo a al nacimiento de rostros populares a través de redes sociales que parecen personas reales, que podrían ser cualquier de nosotros.

Así que dependiendo la tipología de proyecto y el público objetivo al que se dirige, es un recurso que puede tener cabida en una estrategia de marketing.

Cuando me encuentro con un emprendedor que tiene muy claro que va a utilizar influencers para promocionar su proyecto, el consejo que siempre le doy es que trabaje con aquellos que sean honestos y transparentes con su audiencia.

Me explico.

El poder que tienen algunos de estos profesionales sobre su audiencia es muy potente y pueden condicionar decisiones de compra. Es por ello que empiezan a estar en el punto de mira.

La teoría es sencilla, mientras las opiniones vertidas sean sinceras y sin contraprestación económica o en especies, no hay ningún inconveniente.  

El problema es cuándo detrás de una opinión, review o publicación sí que hay una contraprestación. Es por ello por lo que en USA, ya se ha iniciado más de un proceso sancionador a influencers por no explicitar en sus publicaciones que se trata de publicidad.

Porque en efecto, estamos ante un anuncio comercial y por lo tanto debería explicitarse como tal en la publicación. Todavía no hay una normativa clara de como hay que hacerlo, así que algunos utilizan los hashtags #ad o #publi.

¿Es esto suficiente? Probablemente no, ya que meter esos dos hashtags con decenas de otros no sea suficiente para que le quede claro al usuario si realmente es una publicación patrocinada o no.

¿Y realmente cuántos influencers anuncian que sus publicaciones son patrocinadas? Pocos, y en España menos.

De momento no hay ninguna regulación específica para este tipo de publicidad, pero es cuestión de tiempo que aparezca, aunque no sabemos cuánto tiempo llevará.

En cualquier caso, siempre aconsejo a los emprendedores que asesoro que trabajen con influencers que expliciten claramente aquellas publicaciones que son publicidad o un anuncio comercial.

Primero porque creo que es un ejercicio de transparencia para con sus clientes. Y segundo para evitar una crisis de reputación. Todavía no se ha abierto ningún proceso sancionador en España por este tipo de publicidad, pero ya empiezan a haber voces que empiezan a pedir algún tipo de control.

Además, la Hacienda Pública ha puesto en su punto de mira a los negocios digitales, así que seguro que no quieres verte salpicado por algún problema que tenga el influencer por algún proceso. Yo no me la jugaría.

Si quieres seguir profundizando en la cuestión, este artículo de Sportechie me ha servido como inspiración para esta breve reflexión. En este artículo de Cuatrecases puedes encontrar algo más de información a nivel nacional. Y casualmente, este fin de semana podíamos leer este artículo en “El País” sobre la cuestión.   

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